En la vida tenemos tantas sensaciones preciadas que llegamos a considerarlas como verdaderos placeres de la vida. Entre los más grandes y claros ejemplos podemos mencionar a las actividades naturales o instintivas de comer y dormir, sin embargo, existen muchos otros que llegan a producir placer, tales como jugar en el caso de los niños, viajar en el caso de los amantes del turismo o el tener relaciones sexuales en el caso de todos los adultos.
A través del presente artículo, mencionaremos cada uno de estos placeres y hablaremos respecto a otros que podrían considerarse como tal, gracias a las sensaciones positivas que producen, como el leer, el dibujar, el nadar, entre muchos otros.
Entre otros pequeños ejemplos, podemos hablar de acciones sencillas como el escuchar música, el caminar, el bailar, el pasear a las mascotas y, en casos especiales, el limpiar y ordenar las cosas. Cada persona en el mundo disfruta de hacer diversas cosas, sin embargo, no se dan cuenta del indiscutible placer que produce en ellas.
Aquellas personas que sí están conscientes de que ciertas actividades son apasionantes para sí mismas saben que el realizarlas les produce un bienestar que termina por hacerles bien a la salud o, al menos, los distrae de las preocupaciones. Existen algunos casos, en los que algunas personas gustan de jugar en línea y entre estas están las que visitan sitios web como el de Señor Casino.
Más adelante hablaremos sobre las actividades que despiertan pasión a un gran número de personas en el mundo y, aunque resulte algo increíble, te quedarás sorprendido por lo que leerás.
¿Por qué nos gustan algunas actividades?
Para muchos profesionales, entre ellos psicólogos, las emociones que sentimos al realizar ciertas actividades están asociadas con momentos vividos en el pasado o es que al realizarlas, estas personas escapan de la realidad por un momento, para así eliminar de a poco lo que conocemos como estrés.
Desde jugar en sitios como Señor Casino hasta dormir por horas y horas, las actividades que gustamos hacer son aquellas que también definen nuestra personalidad, pues son tantas y tan diversas los placeres que sentimos los humanos, que no podemos definir con exactitud qué es lo que pasa al momento de experimentarlas.
Algunas personas aman jugar al fútbol, otras personas aman dibujar y colorear, mientras que otras aman quedarse encerradas en casa y otras no se despegan del celular, pues gustan de plataformas como Netflix, Disney+ o les encanta informarse y entretenerse en las redes sociales.
Podríamos dar una infinidad de ejemplos respectos a todas aquellas actividades que nos gustan hacer hasta el punto de considerarlos como verdaderos placeres, sin embargo, solo tomaremos en cuenta aquellas en las que una mayoría está de acuerdo en considerar que se tratan de los máximos placeres de la vida.
¿Por qué las consideramos como placeres?
Aquellas actividades que consideramos verdaderas placeres deben realizarse con frecuencia, siempre y cuando no afecten nuestro bienestar en general, es decir, no atenten contra nuestra salud ni nos distancien de aquellas personas que amamos. Los verdaderos placeres no provocan consecuencias negativas ni son algún tipo de riesgo.
Ahora bien, respondiendo a la pregunta de por qué los consideramos como placeres, lo que debemos resaltar es que se trata de actividades que nos hacen mucho bien, en el sentido de que nos relajan o son necesarios al punto de sentirse mal el no realizarlo.
Ahora sí y sin más vueltas, las actividades consideradas como verdaderas placeres y que tomamos en cuenta en el presente artículo son:
- Dormir
- Comer
Entre otras semejantes, mencionamos al tener relaciones sexuales, bañarse, leer y hacer ejercicios físicos. ¿Alguna vez te has preguntado por qué casi todas las personas del mundo esperan a nadar o están ansiosos por la hora de la comida? Pues, tú, que eres humano o humana, sabes que esas actividades son necesarias para reponer energías, son actividades que sacian nuestras necesidades humanas más básicas.
Los máximos placeres de la vida
Nadie, absolutamente nadie puede negar que el comer y el dormir sean los máximos placeres de la vida, pues es lo que más amamos hacer. El comer nos proporciona energía y un placer indescriptible en la lengua y el paladar, mientras que el dormir es lo que todos necesitamos luego de un día agitado y estresante.
Dormir
Si eres de aquellos a los que se le pegan las sábanas antes de iniciar un nuevo día o de aquellos que anhela a que llegue de pronto la hora de dormir, entonces eres un humano como todos. La mayor parte de las personas en el mundo ama dormir y esto es porque es una necesidad fisiológica que nos permite relajarnos cerca del 100%.
Ya sea que durmamos solos o acompañados, la simple acción de hacerlo es una sensación única, motivo por el que es considerado como uno de los máximos placeres de la vida. Mientras dormimos, nuestro cuerpo y mente descansan, siempre y cuando estemos a la temperatura ideal y en una cama o sofá cómodos.
Comer
Otro de los máximos placeres de la vida es el comer, pues no importa del alimento que se trate, millones y millones de personas en el mundo se deleitan a la hora de comer y más si se trata de algo que realmente gustan, ya sea comida chatarra, comida vegana, comida tradicional de cada país, entre otros.
Al igual que el dormir, el comer repone las energías corporales y, en el caso de abusar de esta acción, esto podría desencadenar desventajas como la obesidad. Por otro lado, en el caso de no hacerlo, también podría desencadenar en enfermedades y desórdenes alimenticios como la bulimia o la anorexia. Ahora bien, si comemos bien, esto no es considerado más que como una pasión sin igual.